El MOLLE es un hermoso árbol de formas caprichosas, copa frondosa, follaje denso, coloridos frutos y diversos usos que hacen de él una especie muy productiva.
Se le emplea en la reforestación de cuencas, para proteger riberas de ríos, controlar la erosión de laderas y arborizar las ciudades, tanto por su belleza como por su resistencia a la escasez de agua.
En la época de los Incas se plantaron MOLLES alrededor de todo el Cusco, y la resina que se obtenía de su tronco era utilizada para embalsamar cadáveres, así como para curar heridas.
El MOLLE es oriundo de los valles interandinos del centro del Perú, especialmente de las regiones áridas y semiáridas de la serranía esteparia y el bosque montano bajo.
El MOLLE crece tanto de manera silvestre como cultivada en zonas secas de la costa, la serranía y parte de la Amazonía, desde el nivel del mar hasta los 3,500 msnm.
Desarrolla con mayor eficiencia en lugares con suelos ligeros a rocosos y bajo condiciones climáticas tropicales y templadas.
ALIMENTO : Las semillas molidas se usan como pimienta blanca y las enteras como pimienta rosada. Con la cubierta dulce de las semillas se prepara chicha y la leche de molle, que es una chicha no fermentada que adelgaza sin debilitar. La miel de molle se elabora hirviendo el líquido de los frutos maduros hasta que toma consistencia de jarabe.
MEDICINAL : El MOLLE es usado como antirreumático, purgante, cefalálgico, cicatrizante, depurativo de la sangre y antiespasmódico. También combate malestares de riñón, vejiga e hígado, así como diversos dolores corporales y algunas afecciones respiratorias.